La minería brasileña actual es el resultado de una evolución más que natural de la actividad extractiva y rudimentaria del período colonial.
Cuando se convirtió en industria, en una actividad empresarial por lo tanto, se exigió a sus gestores que se comprometieran con la sostenibilidad de las operaciones, para tener un impacto positivo en la sostenibilidad del país y en la del planeta.
Este es el camino que la moderna industria minera brasileña ha seguido con mayor énfasis en las últimas décadas – todo debidamente documentado y expuesto de forma transparente a la sociedad, según las mejores prácticas globales de gobernanza corporativa.